El cliché de que todas las hojas verdes que ponemos en nuestra ensalada son iguales es solo es, un cliché. De hecho, nunca había habido tanta variedad de lechugas en el mercado o, al menos, nunca habían estado tan al alcance de nuestra mano. ¿Qué ocurre aquí? Que al final nosotros, como consumidores, nos enfrentamos a un surtido en el que nunca sabemos cuál es la que más nos conviene. Analizamos los distintos tipos en base a sus propiedades nutricionales, su sabor, y, por qué no, a su precio.
(Foto: Flickr)
Iceberg. Es, curiosamente, una de las que se encuentra más fácilmente y la resistencia de sus hojas la convierte en una lechuga que no necesita demasiado cuidado. Curiosamente, nutricionalmente es la más pobre. Si tomamos 100 gramos estaremos ingiriendo un 10% de la vitamina A diaria recomendada, un 5% de la C y un 30% de la K. También aporta un 4% del potasio total que necesitamos. ¿Os parece que no está mal? Pues esperad a verla en comparación con otras. Ah, de sabor suele ser la más insulsa, aunque muchos valoran su textura crujiente.
(Foto: Wikipedia)
Romana. Esta ya posee hojas largas y de un color verde más pronunciado. Aquí la cosa ya cambia, 100 gramos nos aportan un 174% de la vitamina A recomendada, un 40% de la vitamina C y un 128% de la vitamina K. Destaca el 7% del potasio total y el 5% de hierro que traen consigo. Además, es más sabrosa que la iceberg.
(Foto: Pixabay)
Rúcola. Cada vez más sencilla de encontrar, esta hoja verde de sabor salino y ahumado, tiene menos vitamina A (solo un 47% del total diario) y menos vitamina C (un 27%), pero mucha más K (137%). También es muy rica en calcio (un 16%), hierro (8%) y potasio (11%). En contra, su precio que suele ser mucho más elevado.
(Foto: Pixabay)
Kale. Hemos querido incluir el vegetal verde de moda porque, en nutrientes, golea al resto de lechugas. Una ración de 100 gramos nos provee del 308% de la vitamina A que nuestro cuerpo necesita al día, de un 200% de la C y de un ¡1021%! de la K. Un 14% de calcio un 13% de potasio y un 9% de hierro completan sus poderes. Evidentemente, el kale es bastante más caro que sus ‘competidoras’.
(Foto: Earthbound Farm)
Las bolsas de lechugas mezcladas. Aquí es difícil saber el valor nutricional, ya que se suele tratar de una mezcla de hoja verde variada en la que cabe un poco de todo. Dentro de sus puntos a favor está que suelen aguantar varios días en buenas condiciones y que ya viene lavada. Como punto en contra, su altísimo precio. Si te fijas en lo que cuesta una bolsa de 100 gramos, pronto te darás cuenta de que el kilo pasa de 15 euros.
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