1. Si estás comiendo pollo, estás comiendo caca.
Un estudio del Departamento de Agricultura de E.E.U.U. (USDA por sus siglas en inglés) encontró que más del 99 por ciento de los cadáveres de pollos utilizados para la producción de carne que se venden en las tiendas, tenían niveles detectables de E. Coli, indicando contaminación fecal. Esto significa que casi con seguridad vas a estar tragando CACA real cada vez que te comes una gallina muerta. La revista Consumer Reports afirma que hay “1.1 o más millones de estadounidenses que se enferman cada año a causa de pollo contaminado y mal cocido”.
Un desagradable ejemplo del daño que el pollo contaminado puede causar involucró aFoster Farms. Foster Farms fue obligado a retirar del mercado productos con pollo que habían sido vinculados al brote de una variedad de salmonela resistente a antibióticos, la cual había estado enfermando a la gente por más de un año. The Washington Post reportó que “Los reportes de las inspecciones de la USDA incluyen descripciones de crecimiento de moho, cucarachas, un caso de estancamiento de agua causado por un drenaje que estaba obstruido por piel, materia fecal y ‘Material Extraño no Identificado’ (que tiene su propio acrónimo en inglés, UFM) en los cadáveres de las gallinas, falta de aplicación de las pruebas y muestras requeridas, pedazos de metal encontrados en los cadáveres, y mucho más”.
2. La gripa aviaria es una amenaza real.
Tanto el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades como la Organización Mundial de la Salud afirman que si el virus de la gripa aviaria se propaga a los Estados Unidos, puede ser contraído simplemente al comer pollo o huevos mal cocinados, al comer comida preparada en la misma tabla de cortar donde se ha manipulado pollo o huevos infectados, o incluso al tocar cáscaras de huevo contaminadas con la enfermedad.
3. Comer pollo puede hacer daño a tu corazón.
La carne de gallina y los huevos contienen mucho colesterol —un pedazo de pechuga de pollo sin piel de 3½ onzas tiene tanto colesterol como la misma cantidad de carne de res, y un solo huevo tiene tres veces esa cantidad. Ese colesterol, junto con un alto consumo de grasa animal, tapa las arterias y ha sido vinculado con el desarrollo de enfermedades del corazón. Las comidas veganas, por otra parte, son todas libres de colesterol y tienen mucha menos grasa saturada.
4. Las industrias que crían y matan a las gallinas están acabando con nuestro medio ambiente.
La crianza anual de 9 mil millones de gallinas para la producción de carne de pollo en las granjas industriales produce enormes cantidades de excremento. El profesor de agricultura de Oregon State University, Peter Cheeke, afirma que la ganadería industrial equivale a un “asalto frontal contra el medio ambiente”, lo cual lleva a una extensa contaminación fecal de la tierra y el agua. Debido a que las gallinas a menudo son alimentadas con enormes cantidades de antibióticos y aditivos, estos químicos también se encuentran en altas concentraciones en sus heces, lo que significa que la contaminación fecal por parte de las granjas de pollos es especialmente desastrosa para el medio ambiente. En Maryland y West Virginia, por ejemplo, científicos descubrieron que peces macho están desarrollando ovarios y sospechan que esta deformidad inusual es el resultado del esparcimiento de las heces de gallina que están cargadas de fármacos y que vienen de las granjas industriales.
5. La industria de la carne está tratando activamente de manipularte.
Las compañías quieren hacerte creer que etiquetas como “gallinas camperas” y “orgánico” significan que las gallinas fueron criadas sin crueldad. Sin importar lo que diga el cartón de los huevos, la mayoría de las gallinas criadas para obtener sus huevos son sometidas a condiciones de inmundicia y hacinamiento hasta que su producción de huevos comienza a declinar —cuando tienen aproximadamente 2 años— y después son por lo general asesinadas. Más de 100 millones de gallinas “desgastadas” son asesinadas en los mataderos cada año. Cada año, millones de pollos macho son asesinados —usualmente en un molino a alta velocidad llamado “macerador”— porque no tienen ningún valor para la industria de los huevos.
En su libro The Meat Racket, Christopher Leonard detalla el esfuerzo del Presidente Barack Obama para controlar el poder de la industria de la carne sobre la parte rural de los E.E.U.U. En 2010, Obama intentó hacer más fácil para los granjeros el demandar a los frigoríficos empacadores de carne. Fue un noble esfuerzo para darle poder a los granjeros individuales, pero los grupos de presión de la industria de la carne cobraron favores al Congreso y tuvieron éxito en aplastar el plan de la administración.
6. Las granjas industriales son muy peligrosas y contribuyen a la explotación.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo de E.E.U.U., los trabajadores de los mataderos son más de tres veces más propensos a sufrir lesiones mientras están trabajando que los trabajadores en otros trabajos de manufactura. También son 30 veces más propensos a sufrir de lesiones causadas por estrés repetitivo que los trabajadores en otros trabajos de manufactura. La industria se niega a proporcionar condiciones de trabajo más seguras, mediante la reducción de la velocidad de las líneas de matanza o la compra de equipos de seguridad apropiados, lo que equivale a lo que la organización Human Rights Watch considera “violaciones sistemáticas de los derechos humanos imbuidas en el empleo de la industria de la carne y del pollo”. Los trabajadores a menudo son forzados a trabajar 10 horas o más cada día, y, con el fin de no disminuir la velocidad del trabajo, se ha reportado incluso que defecan en sus pantalones.
7. Existe un riesgo elevado de exposición humana a bacterias resistentes a los antibióticos a través del suministro de alimentos.
Las gallinas que son criadas para producir carne a menudo son hacinadas por millares en enormes cobertizos y son alimentadas con grandes cantidades de antibióticos y fármacos para mantenerlas vivas en condiciones que de otro modo las matarían.
Documentos recientes creados por la Administración de Alimentos y Drogas (FDA por sus siglas en inglés), que están disponibles como resultado de una petición bajo la Ley de Libertad de Información, revelaron que “ninguno de estos [aditivos antibióticos para la alimentación] serían susceptibles de ser aprobados…para… su uso en ganadería si fueran presentados hoy, bajo las actuales directrices de la FDA. Se consideró que dieciocho de los 30 aditivos alimenticios revisados suponen un ‘alto riesgo’ de exponer a los humanos a bacterias resistentes a antibióticos a través del suministro alimenticio”. Este uso excesivo de antibióticos hace que las medicinas sean menos eficaces para tratar a los humanos al acelerar el desarrollo de bacterias resistentes a las drogas.
8. Nadie defiende a las gallinas. Puede ser que esto no haga daño a tu cuerpo, pero dañará tu alma.
La mayoría de las gallinas pasan toda su vida en cobertizos inmundos con decenas de miles de otras aves, cada una teniendo acceso a un espacio menor que el de una hoja de papel, donde el hacinamiento y confinamiento severos provocan brotes de enfermedades. Las gallinas adultas pueden tener dificultad para respirar y para ponerse de pie y pueden incluso caer hacia adelante debido a que las han criado para que tengan pechos anormalmente grandes.
Tan solo 7 semanas después de nacer, las gallinas son hacinadas en camiones que las transportan al matadero. Cada año, a miles de millones de gallinas se les rompen las alas y las patas en el proceso. Son transportadas en todos los climas extremos, algunas veces a través de cientos de millas, sin comida ni agua. En el matadero son colgadas boca abajo y se les corta la garganta, y a menudo son escaldadas hasta la muerte en tanques de desplume.
¡Toma una posición en CONTRA de esta industria malsana de opresión y crueldad! Toma la decisión de mantener a las aves muertes FUERA de tu plato.
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